MODA COMO HECHO SOCIAL
- Jimena Ordoñez
- 7 may 2020
- 4 Min. de lectura




Durante mi formación como Asesora de Imagen, he escuchado en muchas oportunidades que la moda es una forma de expresarse, de hecho, podemos leer frases célebres de diseñadores y estilistas reconocidos que dicen: “El estilo es una forma de decir quien eres sin tener que hablar” (Rachel Zoe), ó “Lo que llevas es la manera de presentarte al mundo… La moda es un lenguaje instantáneo” (Miuccia Prada). Es decir, que de esta manera el estilo constituiría la expresión de nuestra individualidad a través de la imagen; por lo tanto, la moda configuraría una de las herramientas para hacerlo.
Ahora bien, como estudiante de Sociología, en oportunidad de estudiar a Emilie Durkheim, considerado como uno de los autores fundadores de la misma, me encuentro con que este autor entiende que el objeto de estudio de la Sociología son los hechos sociales, y la moda bien podría ser un ejemplo de ello. Durkheim define los hechos sociales de la siguiente manera: “Hecho social es toda manera de hacer, fijada o no, susceptible de ejercer sobre el individuo, una coacción exterior; o bien: Que es en general en el conjunto de una sociedad, conservando una existencia propia, independiente de sus manifestaciones individuales.” (Durkheim E. 1991, p: 30).
El autor Reymond Aron, al desarrollar porque Durkheim entiende que en un hecho social no hay imitación explica: “La moda es una forma atenuada de imperativo social. Una mujer de cierto medio social se sentiría humillada si vistiese un atuendo, diferente de aquel que de acuerdo al buen tono corresponde llevar en la temporada. En este caso, no hay imitación, sino sumisión del individuo a la regla colectiva.” (Aron R. 1976, p: 41).
Siguiendo con esta línea de análisis, al explicar el poder coercitivo de los hechos sociales, Aron ejemplifica diciendo: “…la moda es un fenómeno social: cada uno se viste de cierto modo en determinado año, porque los otros hacen lo mismo. Un individuo no es el origen de la moda, es la sociedad misma la que se expresa en estas obligaciones implícitas y difusas.” (Aron R. 1976, p:75).
En este sentido Durkheim nos enseña que los hechos sociales son formas de pensar, sentir y actuar, ritualizados, externos y precedentes a los individuos, que se imponen con fuerza imperativa en la colectividad de individuos que le da sustento, y que cuentan con características propias, de allí su carácter sui generis. Esta característica imperativa se pone de manifiesto de dos maneras, en primer lugar, en la existencia independiente de las formas individuales a las que se impone; y, en segundo lugar, en la sanción que experimentan aquellos que pretenden contrariar lo establecido.
En consecuencia, todas estas características del hecho social, las vemos reflejadas en la moda. En otras palabras, la moda se nos impone, y nos antecede, no es un fenómeno psíquico ni el resultado de la suma de las individualidades, y lo vemos en el hecho de poder describir las características estéticas de cada década, en las elecciones que hagamos en nuestra propia imagen, en las infinidades de publicaciones dedicadas a las tendencias de cada temporada, a las reglas a seguir a la hora vestir en función del lugar, del dress code, o relativo a lo etario, pero fundamentalmente al castigo que padecen quienes contrarían todo esto.
Y es aquí, en este punto donde surgen interrogantes, tales como: ¿Cómo se juzgaría a una persona que decide asistir a un evento de gala vestido con un joggin? Cuándo Björk asistió a los Oscars vistiendo un vestido en forma de cisne, ¿Cómo se la juzgó? Su elección fue muy criticada en los medios y considerada escandalosa, sin embargo, con el tiempo se volvió un vestido icónico.
Siguiendo esta idea, el surgimiento del movimiento PUNK en los años setenta, ilustra otro claro ejemplo de como las fuerzas de la sociedad se vuelven en contra de todo lo que quebrante las reglas impuestas. El movimiento punk fue resistido por la sociedad, no sólo porque representaba una corriente anti moda, sino porque fundamentalmente era una corriente anti sistema. Como toda corriente social es un hecho social; y todo hecho social tiene su fuente en otro hecho social, con el tiempo el sistema de la moda terminó por absorber la estética de este movimiento y lo transformó en tendencia. En consecuencia, terminaron por convertirse en moda.
Finalmente, se podría pensar que, en virtud de una definición de moda como hecho social, y, en consecuencia, entre las opciones que te dan arbitrariamente las tendencias, responderás a un estilo que te identifique. De esta manera, tus elecciones serán realizadas por la fuerza social imperativa, que te permitirá elegir entre un número definido de prendas que se te imponen por esa misma fuerza, y que se nos imponen a todos, incluso a aquellos que aseguran que la moda le es indiferente.
Bibliografía:
*Aron R. (1976). Las etapas del pensamiento sociológico II, Buenos Aires, Siglo XX. Capítulo "Emile Durkheim"
*Durkheim E. (1991). Las Reglas del Método Sociológico. México, Premiá. Capítulo "¿Qué es un hecho social?"
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